Tus hijos necesitan lugares seguros y ordenados que tengan a su disposición material acorde a su edad. Es importante propiciar espacios para desarrollar la inteligencia de tus hijos, deben ser ambientes tranquilos en donde esté garantizado su bienestar emocional, acompañado de adultos que lo traten bien y lo valoren,
Algunas ideas para crear este ambiente
Déjalo jugar: tu hijo aprende jugando. Los niños de hoy juegan muy poco, y esto afecta su sano desarrollo. El solo irá cambiando la manera de jugar según sus necesidades.
Permítele moverse y explorar con sus sentidos: los niños aprenden con todo su cuerpo. Evita que pase mucho tiempo sentado y deja que aprenda a través de la experiencia.
Respeta su ritmo: cada niño aprende de manera diferente. No fuerces a tu hijo a aprender algo para lo que no está listo
Adquiere juguetes poco estructurados y variados: entre más usos tenga un sólo juguete más se desarrolla la mente del niño. Puedes usar objetos cotidianos: cajas, piedras, palos, elementos de la casa, material reciclado. Asegúrate de tener una gran variedad de elementos. No te limites a los juguetes comerciales.
Limita el tiempo frente a la T.V. y los aparatos electrónicos. Si bien pueden ser también educativos, evitan que tu hijo desarrolle habilidades importantes que requieren de todos los sentidos.
Dale tiempo libre: no llenes de actividades su día. Deja que haga cosas de su interés y que el mismo sea el guía de su aprendizaje. Él te va mostrando lo que necesita si prestas atención.
Fomenta su autonomía: deja que tu hijo haga las cosas por sí mismo a medida que demuestra que es capaz. Rétalo sin exigirle más de la cuenta.
Ten una vida enriquecedora: tu hijo aprende de tu ejemplo. Vive de tal manera que tengan experiencias divertidas y retadoras. Visiten otros lugares, lean, conozcan museos y lugares de interés.
Habla con él: conversa con tu hijo. Cuéntale de lo que te pasa y de lo que pasa en el mundo y la familia. Pregúntale sobre lo que le pasa en el día.
Permítele participar: déjalo ayudar en tareas de la casa. Resuelvan juntos problemas de la vida cotidiana. Déjalo tomar decisiones y elegir algunas cosas según sus capacidades.
Ten hábitos y rutinas en casa: siendo flexible, ten hábitos y rutinas claras que permitan que la mente de tu hijo se estructure y ordene.
Amalo y acéptalo incondicionalmente: déjale saber que lo amas como es. Permítele equivocarse y crea un ambiente en casa en donde se sienta relajado y no estén siempre de afán.
Ana María Constaín
Psicóloga humanista-transpersonal, mamá de dos niñas, esposa, empresaria, psicoterapeuta, mujer, apasionada e idealista, sensible y bastante existencialista.
